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martes, 15 de noviembre de 2011

Y aquella tarde era para ir al cine. Comer palomitas de colores y intentar adivinar el color a través de los besos.

Salían de casa cogidos de la mano, con una bufanda bien gorda cada uno, hacía bastante frío y ella no paraba de tiritar (aunque hubiera una temperatura más o menos normal solía tener frío) mientras él la abrazaba al verla con esos temblores, aunque ya sabía como era y sonreía.
Tras andar unos cinco minutos llegaron al cine y eligieron película, esta vez tocaba de miedo, llevaban mucho tiempo viendo de amor y querían ver de miedo también así que eligieron una película que les llamó la atención al ver los anuncios.
-¡Esta, esta!- decía ella con ansia.
Y él le sonrío y pidió dos tickets para esa película.
-¿Me abrazarás muy fuerte nu?- Decía ella.
-No te soltaré pequeña.
Y entraron en aquella sala, número 5.